Un poco más de verde, por favor

20/07/2017

Tiempo de lectura: 4 minutos

Amanece en Madrid, suena el despertador, nos levantamos y comenzamos un nuevo día. Salimos de nuestros hogares y caminamos por la gran ciudad repleta de tráfico incesante, respirando el aire contaminado sin apenas avistar zonas verdes y con un sofocante calor en estos días de verano largos y bochornosos.

El uso excesivo del vehículo a motor y la mala planificación urbanística de zonas verdes ha contribuido al aumento de la contaminación urbana, en concreto, a la contaminación atmosférica.

Según un estudio de la Carga Global de Enfermedad (GBD) se trata de un problema que puede causar hasta 15.000 muertes prematuras al año en España debido a la aparición de enfermedades y problemas respiratorios entre otros. Respirar aire contaminado se relaciona también con la aparición de mayor número de personas con cáncer, alteraciones hormonales y procesos alérgicos. Además los altos niveles de contaminación atmosférica están relacionados con el aumento de la temperatura de la capital en los últimos años, que ha crecido 0,7 grados de media desde 1990, un ritmo que dobla el observado a nivel mundial según el informe Evolución de las temperaturas en Madrid capital (1881-2008) elaborado por la Asociación Globalízate.

Una alternativa de sostenibilidad para disminuir estos efectos nocivos (además de tomar medidas drásticas respecto al tráfico y transporte urbano) es la introducción de zonas verdes en edificios de la ciudad, como por ejemplo, azoteas verdes y jardines verticales.

Ahora bien, os preguntareis ¿de qué estamos hablando? La respuesta es muy sencilla, las azoteas verdes son acondicionamientos que se encuentran en la parte superior de los edificios de las ciudades donde se pueden sembrar desde árboles de pequeño tamaño, arbustos, plantas aromáticas e incluso albergar algún tipo de verdura u hortaliza. De manera similar los jardines verticales se encuentran en los  muros laterales de edificios que utilizan el espacio disponible en ellos para albergar vegetación y aprovechar la arquitectura de una forma más ecológica y natural. Estas dos innovadoras formas de sostenibilidad producen un sinfín de beneficios para la población y el medio ambiente.

Tiene una gran cantidad de beneficios ambientales como la retención de partículas contaminantes o polvo contenido en el aire. También absorben ondas procedentes de los ruidos de baja y alta frecuencia. Además aprovechan el agua de lluvia incorporándose al ciclo natural mediante la transpiración y evaporación, y promueven la biodiversidad al crear zonas de hábitat para aves.

De forma eficiente contribuyen al ahorro de energía actuando como barrera térmica, disminuyendo las pérdidas de calor en invierno y manteniendo frío el edificio en verano, contribuyendo a la reducción de hasta 5ºC en el interior del edificio.

Desde el punto de vista social son puntos de interés de fuerte impacto visual y paisajístico para el turismo o para los propios ciudadanos que disfrutan de pequeños rincones de su ciudad donde poder relajarse y distraerse con la belleza que nos brinda la naturaleza.

Madrid alberga entre otros, el jardín vertical más grande del mundo, en el hotel Mercure con 844 m2 de superficie con más de 200 especies vegetales y una altura de casi 25 metros. Además es capaz de absorber 25.000 kilos de CO2 al año  y generar la cantidad de oxígeno que podrían consumir 200 personas al año.

¿Cómo podemos participar y disfrutar de este tipo de técnica? Pues bien, para poder crear un espacio verde en tu vivienda necesitas tener disponible una pared, bien en una terraza, balcón o para los más afortunados un pequeño patio. No necesariamente tienes que invadir una pared de tu casa, puedes crear un pequeño espacio verde de relajación y poner en prácticas todas tus dotes creativas, por ejemplo, puedes reciclar botellas de plásticos en horizontal, usarlas como macetas y disponerlas en columnas verticales. Los más valientes pueden usar palets de madera que pueden conseguir en algún comercio cercano de su barrio y colocar las plantas entre los huecos de madera disponibles de forma horizontal.

Antes de comenzar nuestra creación tenemos que tener en cuenta la zona de luz disponible en el lugar donde vamos a colocar el jardín y la situación de corrientes de aire si tenemos alguna ventana cercana. También hay que tener especial cuidado a la hora de colocar las plantas para evitar que las de mayor tamaño tapen a las más pequeñas.

Por último, alguna recomendación de plantas a cultivar, por ejemplo, plantas aromáticas como romero, menta o tomillo que además de usarlas para tu consumo te darán un aroma de frescor y un ambientador natural para tu hogar y… !manos  a la obra!

Casilda Nogales Solórzano

Fotografía: Tutéate y… ¡hazlo tu mismo! 

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