Consumo vs consumismo sostenible. Un estudio sobre diversidad de estilos de vida y sostenibilidad

14/07/2023

Tiempo de lectura: 6 minutos

Categorías: Huella ecológica-Etiquetas: -

En los últimos tiempos, la investigación científica ha centrado su atención en analizar los hábitos de consumo sostenible de los hogares. Según estos estudios, las actividades de consumo de los hogares, especialmente en zonas urbanas, constituyen uno de los mayores desafíos en el camino hacia la sostenibilidad. Aunque gran parte de estos se han enfocado en el impacto directo de las actividades de consumo en las emisiones de carbono, como por ejemplo la climatización del hogar o el transporte, otras investigaciones sugieren una relación más compleja entre los hábitos de consumo y la sostenibilidad. En particular, algunos investigadores han demostrado que los hábitos de consumo de bienes y servicios cuya producción es contaminante, lo que se conoce como el “impacto indirecto” del consumo sobre el medio ambiente, podrían generar al menos tantas emisiones de carbono como las provenientes del impacto directo.

La investigación reciente ha permitido aumentar nuestro conocimiento sobre los patrones de consumo. Uno de los aspectos más notables de la evidencia científica es el descubrimiento de que los hábitos poco sostenibles tienden a aumentar con los ingresos y disminuir con el nivel de educación. Sin embargo, todavía existen importantes vacíos en esta área de investigación. En primer lugar, estos estudios muestran patrones generales que no reflejan la diversidad y complejidad de los hábitos de consumo. En particular, la discusión parece centrarse en la dicotomía entre consumo sostenible y no sostenible, sin considerar que, incluso dentro del grupo de personas con hábitos de consumo sostenibles, pueden existir una amplia variedad de estilos de vida. Contribuir a cubrir esta brecha es uno de los objetivos de nuestra investigación. En segundo lugar, no está claro si la adopción de hábitos sostenibles de consumo es resultado de la motivación propia del individuo o de factores externos, como la legislación, la infraestructura y el acceso a innovaciones tecnológicas. Nuestro objetivo también es avanzar en esta área de investigación.

Una vertiente que atrae recientemente un mayor interés es el papel de los sistemas socio técnicos en la transición hacia la sostenibilidad. El enfoque de los sistemas socio técnicos reconoce la importancia de la interacción entre la tecnología y las personas. Los sistemas socio técnicos se componen de actores (hogares, empresas, administraciones públicas, investigadores, organizaciones sin ánimo de lucro, etc.), instituciones (leyes, normas, estándares, valores, hábitos, etc.) e infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, redes eléctricas, redes de gas, Internet, etc.). La evolución de cada uno de estos componentes se transforma en un motor de cambio de los otros dos. Por ejemplo, la evolución de las infraestructuras de una región podría facilitar la decisión de los consumidores de no tener coche, siempre que los valores de la sociedad se hayan movido en el sentido de unas prácticas más sostenibles. De la misma forma que la aparición de tecnologías energéticamente más “limpias” podría hacer más sostenible el transporte en coches.

Pese a los avances en la investigación en materia del papel de los sistemas socio técnicos en la transición hacia la sostenibilidad, y la consideración de los consumidores como agentes relevantes de dichos sistemas, no existen esfuerzos sistemáticos para relacionar de forma explícita las diferencias entre sistemas socio técnicos con la conformación de hábitos o patrones de consumo. No obstante, como mostraremos en este trabajo, este ejercicio puede ser muy útil para romper con las preconcepciones sobre los patrones de consumo sostenible, contribuyendo así a contar con una base más informada para el diseño de políticas y recomendaciones hacia la sostenibilidad.

Para abordar los objetivos de esta investigación, el estudio utiliza la base de datos sobre prácticas de consumo de los hogares de la Calculadora de huella ecológica de la Fundación Vida Sostenible. La muestra empleada en este estudio proviene de casi medio millón de hogares de seis países iberoamericanos (Argentina, Colombia, Ecuador, España, México y Perú) durante el periodo 2018-2021, aunque la frontera entre “consumo sostenible” y “consumismo sostenible” es difusa o borrosa. De los resultados emergen distintos perfiles que representan una diversidad de prácticas de consumo sostenible en los hogares. Dos perfiles particularmente relevantes dentro del grupo de consumidores que manifiestan actitudes positivas con relación a la idea de “sostenibilidad”.

Por un lado, tenemos al “consumidor sostenible” cuyos hábitos sostenibles se extienden a una variada gama de prácticas. Por otro lado, tenemos al “consumista sostenible” cuyo compromiso se restringe a un conjunto de prácticas que parecen presentar para este grupo un menor sacrificio. Este dilema de consumo vs consumismo sostenible ha sido analizado en otros trabajos científicos anteriores en los que se estudia la forma en que la información sobre los efectos de nuestros hábitos en el medio ambiente puede generar tensión y parálisis en algunos agentes para los que la renuncia a sus prácticas habituales implica un sacrificio significativo. Nuestros resultados muestran que estos perfiles de consumo guardan una relación compleja con los patrones hallados tradicionalmente en la literatura científica (como, nivel educativo o ingresos).

Por ejemplo, mostramos que la habitual relación inversa entre ingresos y sostenibilidad es característica del consumidor sostenible en sistemas socio técnicos asociados a infraestructuras menos desarrolladas en los que un conjunto de prácticas resulta en un diferencial significativo de confort o estatus social. Por el contrario, en el caso del consumista sostenible son los individuos con un mayor ingreso los que muestran prácticas más sostenibles. Creemos que esta línea de investigación, además de contribuir al debate científico sobre la relación entre estilos de vida y sostenibilidad, puede generar importantes implicaciones para el diseño de instrumentos más informados de política hacia la sostenibilidad.

Juan Carlos Salazar-Elena
Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid
Experto-asesor del proyecto de investigación
“Cálculos de huella ecológica” de la Fundación Vida Sostenible

Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Cálculos de huella ecológica”, realizado con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en 2022, siendo el objetivo general de proyecto contribuir al debate sobre la relación entre estilos de vida y sostenibilidad, a través del estudio de perfiles diferenciados de prácticas de consumo sostenible en los hogares.

Imagen: Generada mediante DALL-E

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