El vaso renovable empieza a estar medio lleno

07/09/2023

Tiempo de lectura: 5 minutos

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49,9% renovable, 50,1% fósil y nuclear. Estamos a un paso de contar con un sistema eléctrico renovable al 50%. Esta cifra no se refiere a un día concreto, sino a lo que va del año 2023, ocho meses cumplidos. Los datos de Red Eléctrica permiten ver cómo la eólica produce más que la energía nuclear, y que por otro lado la energía solar (sumando fotovoltaica y térmica) produce más que las centrales de gas natural. La hidráulica, que llegó a suponer la mayor parte de la producción eléctrica hace medio siglo, solo supone un 9% aproximadamente, pero su papel es importante porque depende de un embalse de agua acopiada previamente y, aparte de sequías excepcionales, es predecible y fácilmente regulable.

Esto nos lleva a las inconstantes energías renovables principales: los aerogeneradores no funcionan si no hace viento, y los paneles solares no producen electricidad de noche (la solar térmica sí posee cierta capacidad de producción aunque no haya sol). Esta inconstancia se puede ver en una gráfica de producción de electricidad de un día cualquiera. En un gráfico de producción por horas, la solar fotovoltaica parece una gran lenteja incrustada en mitad del día, más gruesa al mediodía. En la página web de Red Eléctrica se pueden ver estos datos y muchos más, la producción y demanda eléctrica casi minuto a minuto.

Un día cualquiera del mes de agosto pasado, en plena ola de calor (el viernes 25), cuando no nos atrevíamos a salir de casa antes de las once de la noche, la energía solar parece una sólida meseta sobre una más ligera base verde, que es la energía eólica. La delgada franja roja es la energía solar térmica, y la línea fina gris de arriba la producción total de electricidad. La cosa cambia mucho cuando llega una DANA. Una gráfica con los mismos datos que la de arriba mostraba este aspecto el 4 de septiembre:

Un macizo montañoso verde representa la eólica, muy abundante en un día movido de viento y lluvia, mientras que la solar se limita a una cresta no muy aparente.

Si en lugar de un par de días miramos la producción mensual a lo largo de casi dos años, se ve con bastante claridad que en verano la solar (en azul) domina, mientras que en invierno la eólica (en rojo) es la que produce con más abundancia, como cabría esperar.

La suma de las dos (la solar incluye fotovoltaica y térmica) no es exageradamente irregular, como muestra este gráfico (en azul, la energía solar, en rojo la eólica):

Es alentador ver cómo, si a las solares y la eólica le sumamos el resto de las renovables, la producción mensual “verde” oscila entre los 10 y los 14 GWh, en paralelo a la curva de producción total, que va de 20 a 25 GWh aproximadamente.

¿Y qué pasa en el día a día? ¿Hay algún momento en que las renovables dejen –todas– de funcionar? Hay días flojos en que, a ciertas horas, la producción renovable total se aleja mucho de la demanda. Aquí está el nudo gordiano de las energías renovables: almacenar la energía producida en días boyantes para utilizarla en esos días en que no hay mucho sol, ni viento, ni alegría atmosférica ninguna.

Las centrales de baterías pueden ayudar a pequeña escala, pero por ahora una buena solución es usar la energía renovable sobrante para elevar agua a un embalse, guardarla ahí y soltarla cuando se necesite. En España ya funciona la de Cortes-La Muela, en el Júcar, y en Portugal la “gigabatería” del río Támega. La hidroelectricidad fluyente no tiene ya mucha posibilidad de expansión en nuestro país, pero las centrales de bombeo tienen mucho futuro.

A una escala mucho más pequeña, la de los hogares, también hay soluciones para almacenar energía o aplanar la curva eléctrica. Se plantea que la flota de coches eléctricos pueda servir para almacenar la energía eléctrica sobrante que se produce por la noche, para utilizarla durante el día. En general, desviar el consumo a las horas valle, más baratas, siempre resulta interesante. Hay muchas soluciones que ya funcionan bien, como la calefacción con acumuladores nocturnos.

Que el sistema eléctrico renovable ya supere sin problemas el 50% de la producción total es una hazaña considerable en un país tan grande como España (en la UE, solo Alemania se acerca a esta cifra). Noruega y Austria son casi 100% renovables, pero son países pequeños con disponibilidades hidráulicas ilimitadas.

Y ahora vendría el siguiente paso: no tiene sentido sustituir un sistema eléctrico derrochador alimentado a base de centrales de combustible fósil y nuclear (como era el español hasta no hace mucho) por un sistema eléctrico derrochador alimentado a base de centrales renovables. Reducir la demanda eléctrica inútil es tan importante como instalar paneles solares y aerogeneradores para conseguir un modelo eléctrico sostenible.

Hay grandes yacimientos de energía eléctrica que se gastan sin provecho o con muy poco provecho, y muchos de ellos están en nuestras casas: en aires acondicionados instalados en áticos acristalados, termos eléctricos de 200 litros encendidos todo el día, etc. No se trata de pasar penurias, que bastantes equilibrios se hacen para reducir en lo posible facturas eléctricas astronómicas (que todos recordamos, no hace mucho). Hay muchas técnicas bien probadas que permiten reducir en un buen porcentaje el consumo eléctrico sin perder ni un ápice de comodidad. Encontrarás muchas ideas en las Guías FVS de compra y consumo responsable.

Jesús Alonso Millán

Fotografía: Artur Zudin en Unsplash

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One Comment

  1. HM 8 septiembre, 2023 at 2:01 pm - Reply

    Muy interesante y prometedor para un próximo futuro

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