El decrecimiento es enriquecimiento: siete ejemplos

19/06/2023

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Categorías: Estilos de vida sostenible-Etiquetas: -

¿Sacrificios para combatir el cambio climático? ¿Renuncias para salvar el planeta? ¡No!, se trata de dejar de hacer el ridículo y de aspirar a una vida mejor.

Se está hablando mucho últimamente del decrecimiento (la merma) de nuestra huella ecológica como la mejor manera de salir de esta crisis social y ecológica en la que estamos metidos. En general, el decrecimiento se identifica como sacrificios y renuncias en nuestro bienestar, pero en realidad es todo lo contrario.

Es ridículo usar un avión jet capaz de volar a 900 km/h para recorrer 500 kilómetros, o utilizar un coche todo terreno de dos toneladas para ir a la oficina, o comprar envases cuya vida útil es de diez minutos, o mantener permanentemente encendido un termo eléctrico de 100 litros cuando necesitamos veinte litros de agua caliente una sola vez al día, etcétera. A no ser, claro está, que tengamos una importante falta de autoestima que debamos sustituir con ostentación material.

El sistema actual de producción y consumo está tan sobredimensionado que no es difícil reducir drásticamente nuestra huella ecológica mejorando al mismo tiempo nuestra vida cotidiana. Ahí van unos pocos ejemplos.

El tren vs. el avión regional

¿Cómo podemos viajar muchos kilómetros sin dejar, al mismo tiempo, una pesada huella de CO2 y contaminantes? El ferrocarril es una de las mejores respuestas. No hay más que comparar un único y cómodo trayecto de pocas horas, del centro de una ciudad al centro de otra ciudad, con tres trayectos (ciudad-aeropuerto, el vuelo en sí y aeropuerto-ciudad). Eso sin contar que te ahorras la cola del control de seguridad.

El autoconsumo eléctrico vs. el sobreconsumo de electricidad

En este caso lo que decrece, y drásticamente, es nuestra factura de la luz. No es difícil, con una instalación de paneles solares de tamaño regular y no muy cara, dejarla en una quinta parte de la que pagabas antes. La instalación se amortiza en pocos años, luego todo es beneficio. Y apenas hay que preocuparse por el mantenimiento.

Ropa duradera vs. ropa rápida

No tienes más que comparar un montón de prendas de fast fashion o moda rápida de calidad ínfima, elaboradas a base de algodón dopado con poliéster, con una única prenda de ropa fabricada con algún tejido natural resistente y de calidad, bien rematada, y que te puede durar muchos años. Este tipo de prendas abundan en la ropa de segunda mano.

Transporte público urbano mejorado vs. coche propio

Puede que prefieras hacer tus trayectos cotidianos en tu coche, con los cinco sentidos puestos en el tráfico (medio segundo de distracción puede ser mortal). Si puedes usar un transporte público de calidad (con buena frecuencia y alto grado de comodidad) podrás hacer tus trayectos diarios completamente distraído y relajado.

La cultura culinaria flexitariana vs. el carnivorismo

Si tu menú es a base de filetes con patatas fritas, te agradará saber que hay todo un mundo culinario ahí fuera, con recetas procedentes de las cuatro esquinas del planeta, que se pueden elaborar en su mayoría con verduras y legumbres locales y de temporada, con porciones moderadas de carnes y pescados. El resultado es una dieta mucho más sana y agradable que la carnívora-monótona.

Rehabilitación de edificios vs. edificios sumidero de energía

Reducir la transmisión de calor en las paredes y ventanas de un edificio permite reducir su consumo de energía en una proporción que llega fácilmente a la mitad. Y obtener una rebaja equivalente en los gastos de calefacción o aire acondicionado. Se puede conseguir mediante aislamientos en muros y huecos (ventanas y puertas), que una vez instalados duran prácticamente toda la vida.

Vehículos utilitarios vs. SUVs

En pocos aspectos de la vida es más evidente el sobredimensionamiento que en el transporte. Muchas veces la alternativa es entre un coche grande (que se utiliza hasta para ir a comprar el pan) o nada. El caso es que hay una gran variedad de vehículos adaptados a todas las necesidades imaginables de transporte. Por ejemplo, una buena bicicleta eléctrica es perfecta para distancias domicilio-trabajo de entre 10 y 25 kilómetros. Si necesitas un coche grande y todo terreno una o dos veces al año, lo lógico es alquilarlo.

Jesús Alonso Millán y José Vicente de Lucio

Fotografía: Lava Lavanda en Unsplash

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