Sobrepasamos límites planetarios como si fueran metas

22/10/2025

Tiempo de lectura: 5 minutos

La comunidad científica, con mucha razón, está en crisis tras observar que, sobrepasando el espacio seguro operativo (safe operating space) de la acidificación de los océanos, alcanzamos los 7 límites planetarios sobrepasados sobre 9. Sin embargo, el mensaje de urgencia parece no llegar de la misma manera a las personas responsables de políticas. El séptimo límite se úne a la lista junto al cambio climático, la incorporación de nuevas entidades, la integridad de la biósfera, el cambio del uso del suelo, el uso del agua dulce y los flujos bioquímicos. Los únicos dos límites evaluados que permanecen sin superar, por ahora, y se encuentran en un espacio operativo seguro son la reducción del ozono estratosférico y la carga de aerosoles atmosféricos.

El primer punto de no retorno climático alcanzado en el planeta

Además, este 13 de octubre de 2025, un grupo de científicos e investigadores ha publicado el informe de 2025 sobre los puntos de inflexión global (“Global Tipping Points”). El aumento de temperaturas en el océano ha empujado a los ecosistemas de arrecifes de corales hacia un estado de declive masivo –es el primer punto de inflexión climática en nuestro planeta que pasamos. Los arrecifes de coral tienen un rol muy importante, ya que no solamente albergan a un cuarto de la vida marina y protegen las costas de la erosión y las tormentas, al absorber enormes cantidades de CO2 y almacenarlas. Por lo tanto, se estima que la pérdida de estos ecosistemas tendrá probablemente un impacto catastrófico en otros ecosistemas, como el bosque del Amazonas, el colapso de la capa de hielo, etc.

La vitalidad de los ecosistemas marinos

La acidificación de los océanos –el 7º límite planetario sobrepasado– y el punto de inflexión irreversible sobre los arrecifes de coral están directamente vinculados. Los arrecifes, que actúan como filtradores de agua, regulan la acidificación. Sin embargo, con las altas temperaturas del agua, los corales no pueden ejercer sus funciones, lo cual permite que los océanos se acidifiquen, que debilita los esqueletos de dichos corales y reduce su capacidad para ejercer sus funciones –y el ciclo continúa. Poniendo las cifras, el pH en la superficie del océano ha bajado en 0,1 unidades desde el principio de la industrialización, que equivale a cerca de un 30 % de aumento en la acidez.

El océano es el principal sumidero de carbono del planeta. Cuanto más daño le hacemos, menos carbono podrá secuestrar –y, potencialmente, más carbono liberará a la atmósfera. Se estima que los océanos han absorbido cerca del 30 % de exceso de CO2 en la atmósfera.

 

¿Qué podemos hacer?

Ante las constantes noticias dramáticas que nos llegan, una tras otra –y la insuficiente reacción–, es totalmente comprensible sentir impotencia para cambiar las cosas a gran escala. Por ello, a veces es mejor enfocarnos en qué podemos hacer tanto individualmente como colectivamente para aportar nuestro granito de arena a la conservación de nuestro hogar, la madre tierra. No hay soluciones simples, pero sí muchos caminos posibles:

  • Repensar nuestra relación con la naturaleza. Realizar actividades que despierten la biofilia y la conexión con el entorno natural cercano, como primer paso para comprender y cuidar.
  • Conocer y reducir nuestra huella ecológica. Calcularla ayuda a identificar dónde tenemos más margen de mejora: energía, transporte, alimentación o consumo. Completa nuestra encuesta haciendo clic aquí y comienza tu camino para reducir o mejorar tu huella.
  • Usar la energía con eficiencia. Ahorrar y apostar por fuentes renovables es clave, pero también exigir políticas que garanticen una transición justa. 
  • Repensar el consumo. Optar por lo necesario, reparar, reutilizar y elegir productos locales o de bajo impacto, sin olvidarte de los residuos que generas.
  • Sumar voces. El cambio profundo necesita participación: apoyar iniciativas ciudadanas, científicas y políticas que trabajen para que estemos dentro de los límites planetarios.

Límites planetarios traducidos en acciones

“En la última década, hemos asistido a un cambio en el concepto de los límites planetarios, que ha pasado de ser principalmente un concepto científico a convertirse cada vez más en un punto de referencia para la política, las empresas y la sociedad civil” dice Tina Häyhä del Stockholm Resilience Centre (SRC).

Por ejemplo, las ciudades de Ámsterdam y Bruselas, entre otras, han adoptado el modelo de economía “Donut”, que combina los límites planetarios con el bienestar social, buscando garantizar las necesidades básicas de todas las personas sin sobrepasar los límites ecológicos de la Tierra. Noruega, junto con otros países europeos, ha empezado a utilizar este enfoque para evaluar su huella ecológica nacional y rediseñar sus políticas de consumo y producción.

Dejemos de ignorar las señales

Superar siete de los nueve límites planetarios no significa que todo esté perdido, sino que el margen de maniobra se reduce y que se necesitan contramedidas más urgentemente. Es el momento de redefinir qué entendemos por progreso, bienestar y desarrollo.

Como escribió Johan Rockström, uno de los científicos detrás del marco de los límites planetarios: “El espacio operativo seguro para la humanidad es también el espacio de la oportunidad. Dentro de él, podemos prosperar sin destruir nuestro hogar.”

Aún estamos a tiempo —si actuamos con urgencia, con conocimiento y con esperanza.

Únete a las miles de personas que ya han estimado su huella ecológica personal… y han comenzado a reducirla. Haz clic en este enlace, no te llevará más de un minuto.

Diogo de Melo
Fundación Vida Sostenible

Imagen: Azote para el Stockholm Resilience Centre, Univ. de Estocolmo. CC BY-NC-ND 3.0.

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