Cómo interactúan el género y la cultura en la configuración del comportamiento de consumo sostenible
23/06/2025
Tiempo de lectura: 3 minutos
Desde la Fundación Vida Sostenible continuamos nuestra agenda de investigación científica sobre las prácticas de consumo sostenible, explorando en esta ocasión cómo interactúan el género y la cultura en la configuración de los comportamientos ambientalmente responsables. Aunque numerosos estudios han mostrado que las mujeres tienden a adoptar con mayor frecuencia prácticas sostenibles –como evitar el consumo de carne, desplazarse sin coche o elegir productos frescos– la mayoría de estos trabajos se han desarrollado en países de renta alta y suelen tratar el género como una categoría fija y universal. Este estudio cuestiona esa visión y plantea una aproximación más contextualizada, analizando comparativamente cinco países iberoamericanos: España, México, Colombia, Ecuador y Perú.
El artículo ofrece una doble contribución al debate científico. Por un lado, amplía el alcance geográfico de los estudios sobre consumo sostenible al incluir regiones poco representadas como América Latina y el sur de Europa. Por otro, adopta una perspectiva relacional que analiza cómo las diferencias de género en el comportamiento sostenible varían según el entorno cultural. Para ello, se emplean microdatos armonizados procedentes de más de 360.000 respuestas individuales a la calculadora de huella ecológica de la Fundación Vida Sostenible, recogidas entre marzo de 2021 y diciembre de 2023. A través de modelos econométricos (probit), se estiman las probabilidades de adoptar seis prácticas de consumo sostenible, incorporando interacciones entre género y país para capturar los efectos del contexto nacional.
Los resultados muestran que las brechas de género no son uniformes, sino que difieren según la práctica analizada y el país. Las mujeres presentan sistemáticamente una mayor propensión que los hombres a desplazarse sin coche y a consumir alimentos frescos, especialmente en países como Perú y Colombia. En cambio, para prácticas como el reciclaje selectivo o el uso moderado de la climatización, las diferencias son pequeñas, o incluso inconsistentes. Estos hallazgos reflejan que el género no opera de forma aislada, sino en interacción con normas sociales, marcos simbólicos y roles culturales específicos de cada país.
En conjunto, la investigación «Beyond stereotypes: how gender and culture interact in shaping sustainable consumer behavior» llama a repensar los enfoques homogéneos en materia de sostenibilidad y género. Las políticas públicas y las campañas de sensibilización deben adaptarse a las realidades culturales locales, evitando tanto estereotipos de género como estrategias únicas para contextos diversos. Con una mirada más matizada, esta evidencia empírica contribuye a avanzar hacia prácticas de consumo más inclusivas, eficaces y culturalmente sensibles.
Juan Carlos Salazar-Elena
Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid
Experto-asesor del proyecto de investigación
DARVIDAS de la Fundación Vida Sostenible
Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Desarrollo de la Adaptación y Resiliencia del ecosistema doméstico frente a la crisis global: Estilos de vida hacia la sostenibilidad” (DARVIDAS), realizado con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en 2024, siendo el objetivo general de proyecto contribuir al debate sobre la relación entre estilos de vida y sostenibilidad, a través del estudio de perfiles diferenciados de prácticas de consumo sostenible en los hogares.
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