El debate sobre los coches eléctricos comparados con los coches tradicionales: ¿son realmente una innovación exitosa?

25/06/2018

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Se han publicado muchos estudios respecto al impacto ambiental de los coches eléctricos. Aunque los informes van todos más o menos en la misma dirección, la comunidad científica sigue teniendo muchas dudas y pareceres opuestos por la construcción de los modelos y los resultados obtenidos.

¿Qué sabemos hasta ahora del impacto que los coches eléctricos producen en el medio ambiente?

El Journal of Industrial Ecology en 2012 publicó el artículo “Comparative Environmental Life Cycle Assessment of Conventional and Electric Vehicles”, donde se afirma que el índice GWP (acrónimo del inglés Global Warming Potential) causado por la producción de un coche eléctrico es el doble en comparación con los coches convencionales. Pero luego la cantidad de CO2 emitida conduciendo un coche eléctrico es muchos menor que la que produce un coche convencional, siempre y cuando la energía eléctrica que se utiliza no esté producida con la combustión de petróleo, carbón o lignito. Este estudio fue sucesivamente modificado, dado que, según los científicos, se había exagerado el cálculo del daño ambiental causado por los vehículos eléctricos.

El estudio “Cleaner Cars from Cradle to Grave” publicado en 2015 por la Union of Concerned Scientist, comparte algunos de los resultados con el estudio anterior. De hecho, en este documento se reconoce también que la contaminación es mayor durante la fase de producción de un coche eléctrico que de un coche convencional. Esto es debido principalmente a la extracción de las materias primas necesarias para la construcción de la batería de litio ion, como litio, cobalto y cobre. La conclusión del estudio es que, comparando coches eléctricos y tradicionales de dos tamaños (mediano y grande), los coches eléctricos tienen un impacto menor en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida que los coches convencionales. Esto pasa aunque las emisiones emitidas durante el proceso de producción sean mayores para un coche eléctrico.

Entonces, para un coche eléctrico mediano (84-mile BEV indica un coche eléctrico con 84 millas de autonomía) las emisiones durante el proceso de producción son el 15 % mayores que un coche convencional. Pero, al conducir el coche eléctrico, las emisiones totales bajan del 51 % en comparación con un coche tradicional. Pasa lo mismo con los coches de tamaño grande: 68 % más de emisiones para los coches eléctricos en fase de construcción, pero 53 % menos en total (fase producción + fase utilización).

En 2017 el IVL Swedish Environmental Research Institute publicó el informe “The Life Cycle Energy Consumption and Greenhouse Gas Emissions from Lithium-Ion Batteries”, confirmando una vez más el grave impacto ambiental producido por las baterías de los coches eléctricos, que emiten durante la fabricación alrededor de 150 – 200 kg de CO2/kWh. Uno de los autores del informe, Mats-Ola Larsson, dijo al medio de prensa Principia Scientific International que: “La cantidad de CO2 emitida durante la producción de la batería de un coche eléctrico es la misma que se libera en el aire después de haber conducido un coche a gasolina durante 8,2 años”.

Muchas personas reconocidas en la comunidad científica internacional han participado en este debate, pero todavía falta acuerdo sobre los resultados. Pero, parece por lo menos que la mayoría de los estudios promueven hipótesis parecidas: la fabricación de un coche eléctrico produce un impacto en el medio ambiente peor que un coche tradicional. Sin embargo, esta emisión de CO2 luego se compensa durante la fase de utilización del coche, dado que un coche eléctrico contamina normalmente mucho menos que un coche tradicional.
Además, para desarrollar modelos que reflejen de verdad el impacto ambiental, es necesario también tener en cuenta cómo se fabrica la energía eléctrica (carbón, lignito, fuentes renovables…) utilizada por los coches, ya que puede influir mucho sobre el impacto total que los mismos tienen en el medio ambiente.

El sistema eléctrico español

Como se puede notar en el gráfico (publicado en el Informe del Sistema Eléctrico Español 2017 por la Red Eléctrica de España, en la mayoría de los países europeos sigue produciéndose energía eléctrica con fuentes no renovables. Sin embargo, los países que más se destacan en positivo por el propio mix energético son: Albania, con el 100 % de energía eléctrica producida por centrales hidroeléctricas (pero hay que recordar que para Albania solo existen los datos a partir del año 2017); seguida por Islandia (con un mix de energía procedente de fuentes sostenible al 100 %), Noruega (97,5 %), Letonia (73,1 %), Dinamarca (70,1 %) y Suiza (64,7 %).
España no se coloca entre los países “virtuosos”, con solamente un 32,1 % de energía eléctrica producida con fuentes renovables (21,2 % nuclear; 45,8 % térmica clásica; 0,9 % turbinación bombeo; 7% hidráulica; 18,2 eólica; 5,2 solar; 1,7 % otras renovables).

Gráfico energía

También resulta muy interesante analizar la situación dentro de España. Las comunidades autónomas que más energía eléctrica producen con fuentes renovables son: Castilla y León (64,2 %), Navarra (61,4 %), Castilla y la Mancha (49,7 %) y Aragón (43,7 %). La comunidad autónoma de Ceuta es la única que todavía sigue produciendo energía eléctrica al 100 % con fuentes no renovables.

Por lo tanto, antes de comprar un coche hay que informarse también sobre el mix energético utilizado en el propio país, ya que influye mucho en la determinación de la eficiencia de un vehículo eléctrico.

Benedetta Eleodori

Fotografía: Mikes Photos from Pexels.

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